jueves, 28 de mayo de 2009

Sicko. Una película llena de verdades.


Hace algunos días, nos mostraron en clase una película titulada “Sicko”. Esta película informa de manera simple y entretenida sobre las compañías de seguros, y los tratamientos médicos alrededor del mundo, pero con un enfoque especial sobre los Estados Unidos. Hay varios temas presentados en la película de los que me gustaría discutir, pero por el momento les hablare sobre los que considero de mayor impacto en esta película.

En la película se muestran varios casos reales, en donde las personas no pudieron realizar sus tratamientos médicos, comprar sus medicamentos, o simplemente no recibieron ningún tipo de atención médica, por simples razones financieras. Todos estos ocurridos en los Estados Unidos, el país con los tratamientos y medicamentos más caros del mundo. A pesar de ser uno de los países más ricos y poderosos del planeta, su índice de mortalidad es uno de los más altos, y el de longitud de vida uno de los más bajos. ¿Por qué? ¿Por qué un país con tantos recursos y tecnología, no puede satisfacer las necesidades de sus ciudadanos en el área médica? ¿A esto puede llevarnos la avaricia y el egoísmo? ¿A pensar más en simples pedazos de papel más que en las vidas de nuestros hermanos? Todas estas interrogantes vinieron a mi mente cuando miraba la película. De lo que estoy seguro, es que Dios nunca nos pidió que buscáramos esto. El ayudar solo a aquellos que puedan pagar tu ayuda es algo que no podría ser admitido en el Reino de Dios. Dios quería que buscáramos la armonía en conjunto, que seamos buenos samaritanos y nunca pidamos nada a cambió. Parece que en los Estados Unidos lo más importante es buscar el bien de uno mismo, cobrando y cobrando por los medicamentos, y en un segundo plano esta que el paciente sea curado o no. Es triste ver esta realidad.

Pero no todo es egoísmo y avaricia en la película. Otro punto que me sorprendió enormemente, fue la medicina extranjera, que existía en países como Francia, Canadá y Cuba. En estos países, es que podemos ver acciones de verdaderos y puros cristianos en las salas de medicina a diario. En estos países, los servicios médicos podrían hasta ser categorizados como “gratis” si los comparamos con los estadounidenses. Los médicos curan primero y luego preguntan si tienen algún método de pago o si necesitan tiempo para pagarlo luego. Para ellos lo menos importante son los papeles verdes, lo importante es tratar y salvar vidas en el día a día. El más interesante de todos los casos, fue el de Cuba. Este país no tiene muchos recursos económicos, tecnología, o poder sobre el mundo, sin embargo es el país número uno en cuanto a servicios médicos y longevidad de vida. En Cuba, los hospitales están al servicio de todos y lo único que te piden para ayudarte es tu nombre, nada más es necesario. Jesús nos dijo “amen a su prójimo como a sí mismo”, en estos países parecen amarse mucho y por eso cuidan los unos de los otros sin buscar beneficios monetarios. Al final de cuentas, todos somos hermanos y cuidarnos debe ser nuestra prioridad.

Esta película me abrió los ojos sobre quién en verdad son los países poderosos en el mundo. No son aquellos, que tienen, poder militar, económico o un gran territorio, sino aquellos que tratan a sus ciudadanos como hermanos y siguen las enseñanzas de Jesús. El dinero es lo menos importante en este mundo, no se compran vidas con él.

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